11 Jul Utilidades del “big data” en los nuevos modelos de ciudad
Muchas son las oportunidades que el “big data” presenta en los nuevos modelos de ciudad al facilitar la vida de quienes residen o simplemente visitan. Conocemos cómo la tecnología afectará, directamente, en tres funcionalidades básicas para mejorar la eficiencia y sostenibilidad: el transporte, la recogida de residuos y la evaluación de la contaminación del aire.
Podemos definir el “big data” como el conjunto de datos o “combinaciones de datos” que, dada su compleja estructura, dificulta la recopilación de información procedente de bases de datos, paneles de visualización o fuentes alternativas a partir de medios tradicionales. Para poder entender bien este proceso, en la actualidad las tecnologías referentes a dispositivos móviles, GPS, automóviles, o bien, las generadas a partir de comunidades de usuarios como Facebook, proceden de fuentes no estructuradas, por lo que es necesario combinarlas con otras fuentes para obtener un mayor partido de ellas.
Sin embargo, ¿qué áreas pueden ser las más beneficiadas a corto plazo?
El transporte: la llegada del vehículo conectado y autónomo son modelos basados en la implementación de sensores para incluir datos en la nube. Esta fórmula permitirá informar al resto de vehículos sobre cuestiones muy relevantes como es el estado de las carreteras y, por ende, de las vías que puedan estar más saturadas. Se trata de un intercambio de información muy útil que se realiza de forma directa y que incluso nos permite tomar decisiones antes de coger un automóvil. A esto hay que sumarle el despliegue de nuevas infraestructuras como, por ejemplo, la instalación de cámaras en puntos estratégicos como son los semáforos. Es un simple gesto que agilizará las rutas al poder optimizar su funcionamiento. Este procedimiento ya se empleó en Estados Unidos, en 2016, y logró reducir los atascos en un 20%.
Siguiendo con la línea anterior, este principio también beneficiará a la seguridad vial de los pasajeros al poder informar, en todo momento, a los conductores sobre las incidencias de la calzada e intervenir ante posibles peligros.
Recogida de residuos: el primer proyecto impulsado en España, permitía medir datos muy relevantes como es el estado de llenado de los contenedores de una ciudad de 250.000 habitantes al implementar diferentes sensores en seis de sus barrios. Se trata de una solución muy útil a la hora de trazar las rutas y comenzar por unos u otros favoreciendo la recogida. También es posible conocer otros datos de interés como las condiciones meteorológicas.
Medir los niveles de contaminación: las aplicaciones, como son los casos de Protocolos de Calidad del Aire, recogen de forma instantánea los datos de estas partículas. De esta forma, es posible advertir a los viandantes, o conductores de bicis, sobre esta situación y ofrecer la posibilidad de optar por rutas alternativas.