Caso de éxito: control de plagas y mejora de la eficiencia hídrica en el AgroLAB de Almería

Dentro de la iniciativa FIWARE ZONE se está llevando a cabo el proyecto ‘Andalucía Smart Región’, cuyo objetivo es el despliegue e integración de pilotos basados en tecnología FIWARE a lo largo de diferentes sectores y provincias de Andalucía. El objeto de este proyecto es el desarrollo de diferentes soluciones inteligentes para que las administraciones públicas puedan ver resultados reales y comprobar si estas soluciones son lo suficientemente adecuadas para mejorar la gestión y eficiencia de las tareas cotidianas de la gente.

Tras ello, surge el proyecto desarrollado en el Centro IFAPA La Mojonera de Almería, junto con las empresas SERCOM y Metos by Pessl, con el objetivo de disponer de un entorno de producción agroalimentaria para experimentar con tecnología FIWARE (AgroLAB) y teniendo como finalidad validar y comprobar la utilidad de las diferentes soluciones AgroTech propuestas. Por una parte se solucionaría el control de plagas en invernaderos y por otra, la prevención del estrés hídrico y mejora de la ventilación de invernaderos.

La primera de las soluciones tiene como objetivo monitorizar la presencia de plagas de insectos perjudiciales para los cultivos, para que de esta forma se pueda realizar una actuación temprana, minimizando las pérdidas o daños que pudieran ocasionar los insectos. La segunda de ellas, consistiría en la puesta en marcha de una serie de sensores (temperatura y humedad del aire y suelo, radiación solar, pH del sustrato, conductividad eléctrica, CO2…) y estaciones ambientales instaladas, que permiten recoger una serie de datos, tanto ambientales como de suelo, para prevenir el estrés hídrico y mejorar las condiciones de ventilación de los invernaderos mediante diferentes estrategias de actuación. Todos los datos recogidos son enviados a una misma plataforma de integración.

Posteriormente, estas soluciones desarrolladas se integran y envían la información recogida a la Plataforma Smart Region de la Junta de Andalucía, donde se puede visualizar, permitiendo actuar de manera rápida y eficaz ante cualquier factor adverso a la producción que estemos controlando.

Para el propio cliente, IFAPA LA Mojonera, las ventajas de los sensores inalámbricos han sido la “no dependencia del estado del cableado eléctrico o la posibilidad del cambio de ubicación del sensor de una forma sencilla”. Por otra parte, consideran que la tecnología aplicada les ha permitido “visualizar el estado hídrico del sustrato y de la planta, así como sus soluciones de salinidad”. Y respecto al control de plagas, les ha permitido, entre otras ventajas, “visualizar mediante las placas cromáticas azul y amarillas la incidencia de las plagas más frecuentes como son la mosca blanca y el trip2”.

Sercom, por su parte, incide en tres aspectos clave que pueden conocerse gracias a la tecnología: estado del blanqueo: al comparar el sensor de luz exterior con el sensor interior; decidir cuándo ventilar, gracias al sensor de CO2 y de humedad relativa; y decidir cuándo regar y cuando fertilizar, gracias a su sonda de suelo de alta frecuencia.

Desde Metos, confirman su satisfacción con los avances obtenidos, sobre todo respecto al control eficiente de plagas gracias a las trampas electrónicas: “permiten que de un simple vistazo desde nuestro móvil u ordenador se pueda saber el riesgo real de plaga que podemos tener”.

“Este es el tipo de proyectos que necesita el sector para poder concienciar al agricultor de que el uso de la tecnología en la agricultura es algo del presente, que nos ayuda a obtener una rentabilidad mayor y una mejor eficacia en diferentes actuaciones”, afirman miembros de Metos.